Wednesday, February 29, 2012

Algo más allá del ayuno

Durante la cuaresma la Santa Iglesia Católica nos invita a que hagamos ayuno, dar una limosna y hacer oración.  Pero muchos de nosotros nos preguntamos, ¿cómo lo puedo poner el práctica?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que esta invitación no se hace por hacerla ni las prácticas cuaresmales no se hacen por un mero cumplimiento.  Todo va dirigido a que se vea un cambio en nosotros y el fortalecer nuestra relación con Cristo.

Sobre el ayuno rápido nos puede venir a la mente el no comer tal cosa que nos guste, el no comer postres o dulces, el suprimir una comida del día, etc...  Ahora nos preguntamos, ¿prácticamos el ayuno de nuestros malos hábitos?

¿Cuantos de nosotros pensamos poner en práctica el ayuno y abstinencia de nuestras malas actitudes, de nuestras malas relaciones y de nuestros malos hábitos?  ¿Verdaderamente vale la pena el ayuno que estoy haciendo?

Recuerdo que una vez empezó este tiempo de Cuaresma yo me propuse no comer por 40 días las combinaciones de comida de restaurantes chinos y la cena en Chili's Bar & Grill, las cuales me apetecen bastante.  Pero hubo una noche que haciendo mi examen de conciencia me puse a pensar si de verdad valía la pena lo que iba a hacer.

Me di cuenta que inconcientemente estaba cumpliendo con la penitencia que prometí a medias porque lo que hice fue sustituir esas comidas por el restaurante "fast food" Firehouse Sub.  ¿Es verdaderamente eso un sacrificio?  ¿Los sentidos, se siguien deleitando?  La respuesta es afirmativa, se siguen deleitando.

Me di cuenta que no es el mero hecho de simplemente ayunar o abstenerse de algo, es el hecho de mejorar una mala práctica de gastar dinero desmedidamente y comprar impulsivamente, de manera especial, la comida.  Pero para esto fue necesario hacer un examen de conciencia y entrar en un diálogo íntimo con Dios.



No es el hecho de decir "cuando llegue Cuaresma no como dulces", es ver además que beneficio para tu alma puede tener el eliminar la práctica de no comer dulces.  Solo así es que se logra un cambio verdadero en este tiempo de penitencia.

La limosna

Sobre la limosna hay que tener presente que limosna no es la colecta de los domingos en la Santa Misa.  Esa colecta es nuestro compromiso de mantener a nuestra Santa Madre Iglesia.  La limosna es cuando tu das de lo que tienes, no de lo que te sobra.  A veces nos puede sobrar tal cantidad de dinero y la donamos a  una entidad benéfica.  Pero, ¿cuantos de nosotros damos de lo que tenemos?

Esto no solo aplica a cantidades monetarias.  Aplica también de tiempo.  Vivimos una vida llena de cargas, con prisa y muy cargada y a veces nos olvidamos de sacar tiempo para Dios y para los demás.  ¿Verdaderamente doy limosna de mi tiempo para el servicio del prójimo y de aquel que lo necesita?

Eso sí, para lograr una respuesta siempre es importante la oración y el examen de conciencia para así hacer unas buenas prácticas de penitencias cuaresmales.  El tener un Director Espiritual también puede servir de gua para lograr lo deseado.  Pongamoslo en práctica.

Dios les bendiga...

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