Cuando nosotros pensamos en Jesús lo primero que nos puede venir a la mente es que es un ser superior, divino, inalcansable, de hace dos milenios y que es imaginativo, además de que está lejos de nosotros.
Aunque en cierto modo es una media verdad; considerando que sí es superior, que sí es divino y que sí vivió hace dos milenios, la realidad del caso es que Jesucristo está presente entre nosotros cada día de nuestras vidas.
Si se analizan los distintos pasajes bíblicos que relatan la vida de Jesús se puede notar que dentro de todo lo divino y sobrenatural que es, también aceptó su condición humana. Claro hay que partir de la premisa que la condición humana de Jesús fue similar a la de nosotros, menos en el pecado, que esa fue la misión de él en este mundo, salvarnos del pecado y de la muerte.
Donde primero lo podemos apreciar es cuando era un niño y se le perdió a sus padres. Estaba en el templo hablando con los Doctores de la Ley comenzando en parte a cumplir con la función que su Padre Dios le encomendó. Aún así cuando sus "padres" José y María lo encontraron, él regresó a la casa de sus padres aceptando su condición humana. El estar con papá y mamá y ayudarlos en la carpintería y luego aparecer a los 30 años fue a prepararse y madurar dentro de su condición humana.
Luego, durante su vida pública le pidió a Juan el Bautista el Bautismo. Nos preguntamos, ¿por qué el bautismo si él es Dios? El Bautismo de Jesucristo fue un acto de solidaridad con la humanidad. En aquella época Juan el Bautista bautizaba en el Río Jordan porque era un rito de purificación de los esenios, una secta judía de aquella época. Una vez más aceptando su condición humana, se bautiza.
Otro pasaje bíblico donde vemos que Jesús acepta su condición humana es durante la resurrección de su amigo Lázaro. Como saben, dice el pasaje de la Sagrada Escritura que sollozó tres veces la muerte de Lázaro. Nos preguntamos, ¿pero él es Dios y sabía que lo iba a resusitar? Sí, exacto, no estamos lejos de la realidad pero el acto de sollozar es también una aceptación de su condición humana y es por eso que llora al sufrir la muerte de un amigo, tal como lo haríamos nosotros.
Del mismo modo apreciamos al Jesús humano cuando ayunó 40 días y 40 noches en el desierto y que fue tentado por el demonio. "Pasó 40 días y fue tentado por Satanás", Marcos 1, 13.
¿Puede un ser supremo y divino expulsar los demonios y no ser tentado por Satanás? Claró que sí, pero se dejó tentar porque aceptó su condición humana, pues era Dios pero también era hombre. ¿Podía Jesús convertir las piedras en pan y lanzarse al vacío y ser rescatado por los ángeles? Por su condición divina podía hacer eso y mucho más pero al aceptar su condición humana pues aceptó la tentación pero no cayó en ella.
Cuando le llegó su hora y se fue con sus discípulos a orar en el Huerto de Getsemaní también sufrió en carne y hueso lo que le iba a suceder. "Siento una tristeza de muerte; quédense aquí y permanezcan despiertos", Marcos 14, 34. He aquí lo que dijo en sus propias palabras, que se siente triste. Luego más adelante al orarle a su Padre Dios dice "...aparta de mi este cáliz. Pero no se haga mi voluntad sino la tuya", Marcos 14, 36.
¿Pero el era Dios y sabía que iba a resusitar? Nadie tiene duda que Jesús sabía que iba a resusitar a los tres días pero dentro de su condición humana lloró y sintió tristeza y angustia cuando estaba haciendo esa oración, tal y como lo haríamos nosotros si nos anunciaran que vamos a morir de una inyección letal o en una silla eléctrica.
Finalmente se puede apreciar que en el momento que Jesús estaba muriendo en la cruz los sumos sacerdotes se burlaban de él diciendo "Ha salvado a otros pero a sí mismo no se puede sarvar. El Mesías el Rey de Israel, baje ahora de la cruz para que lo veamo y creamos", Marcos 15, 31-32. Dentro de su condición divina sabemos que Jesucristo podía bajarse de la cruz y se acabó todo, pero una vez más quizo aceptar la condición humana, incluso en una muerte en cruz.
Hermanos, para seguir a Jesús es muy importante el conocerlo a él, conocer su dimensión divina, donde hay múltiples pasajes donde se ve su condición divina, pero también ver su condición humana. Tengamos presente que Dios se hizo hombre para así cumplir su misión en este mundo que fue el sarvarnos del pecado y de la muerte. Ahora nos preguntamos, ¿conocemos verdaderamente a Cristo?
Que Dios les Bendiga...
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