Thursday, March 15, 2012

Tengo algo que contarte


El pasado martes al escuchar el pasaje del Evangelio según San Mateo me entró a la mente una anécdota muy particular que viví en mis tiempos de adolescencia.  La recuerdo como si fuera ayer y al leer este pasaje me llevé la satisfacción y convicción de que hice lo correcto hace 11 años.

El pasaje dice así:  "Entonces se adelantó Pedro y le dijo:  "Señor, ¿cúantas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga?  ¿Hasta siete veces?."  Jesús le respondió:  "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete..."

Cuando se menciona el siete en las sagradas escrituras, es un número que significa infinito, todo, ininterrumpido.  El decir "setenta veces siete", quiere decir que hay que perdonar todas las veces, no importa las circumstancias.

Recuerdo una vez en mi vecindario que un grupo de los vecinos jugabamos en un parque.  Fueron los tiempos donde comenzó la fiebre del llamado ICQ, que revolucionó la web y los adolescentes nos convertimos en adictos conociendo personas por esa web.

Hubo un día que uno de los vecinos y yo tuvimos una situación por un mal entendido que hubo por el ICQ con una chica que a mi me gustaba (cosas de muchachos).  Luego de una discusión, lamentablemente comenzó una pelea física.  Lo lamentable del asunto fue que el vecino sacó un palo de escoba y su intención fue darme con el objeto en la cabeza.  Al yo cubrirme el palo se partió en mi antebrazo, lo que provocó que se me formara un ematoma y mis padres tuvieron que llevarme a una Sala de Emergencias.

Nunca se me olvida la cara de mis padres, una que proyectaba odio, venganza y hasta denuncias con el vecino y sus padres.  Todo contrastaba conmigo, yo estaba tranquilo y hasta bajando revoluciones en el hospital.  Recuerdo ese día haber dormido como un ángel, tan pronto llegué del hospital.  El médico solamente me dió instrucciones de lavarme bien con agua y jabón el área y que poco a poco la hinchazón iba a bajar. 

Al otro día me desperté como si nada hubiera pasado, pues estaba bastante tranquilo y había pasado la página.  Recuerdo que mi padre y mi madre se despertaron igual de molestos y rápido me dieron instrucciones de no dirigirle la palabra al vecino ni a sus padres y de no acercarme a la casa y de irme de cualquier lugar donde estuviera.

Me impactó más lo que dijo mi padre:  "si te vuelve a molestar le partes la cara".  Recuerdo que a mi padres no les hice caso, rápido me fui un rato al parque a distraerme y a jugar un poco baloncesto y noto de repente de lejos que viene el vecino acompañado de una persona desconocida.  Desconocía cuales eran sus intenciones, yo simplemente me limité a esperarlos donde yo estaba parado.  Cuando se acercaron mi primera reacción fue estrecharle la mano a ambos y darles las buenas tardes, lo que provocó que ellos dieran media vuelta y me dejaran tranquilo jugando baloncesto.

A la distancia había otro vecino observandolo todo y fue y le dijo a mis padres que yo estaba hablando con el vecino del incidente.  Mis padres rápido me pidieron que entrara y sus primeras palabras fueron:  "eres un pen____ si te pusistes a hablar con él y darles la mano".  Mi reacción rápido fue:  ¿acaso no se dan cuenta que el odio y el rencor se los come por dentro?"  Di media vuelta y seguí haciendo lo mio.

Mis padres no se dieron cuenta que ya yo había perdonado desde el momento.  Gracias a la educación que yo recibí en colegios católicos pude aprender lo que es el perdón y la misericordia y como al hacerlo no solo eres feliz y eres libre, sino que rápido te conviertes en un modelo de Cristo en medio de los hombres. 

¿Que hubiera ganado yo con una venganza?  ¿Que hubiera pasado si mi reacción hubiera sido comenzar otra pelea, pero con dos personas?  ¿Que sería de mi si le hubiera hecho caso a mis padres?  ¿Qué consecuencias hubiera traido para mi y al vecindario el que yo reaccionara de otra forma?

Hermanos, tal y como lo dijo Cristo, perdonar hasta "setenta veces siete".  Esa es la forma de tu desarmar a la persona, porque ahí la persona se va a dar cuenta que el asunto no es contigo, que es con él mismo.  Tengamos esto presente durante la meditación de la Pasión del Señor que leeremos en la Semana Santa.
Que Dios les Bendiga!

3 comments:

  1. Magnífica muestra de lo que es el perdón. En las cosas cotidianas es donde hay que saber perdonar, darle la mano al amigo que se ha enfadado por algo, acoger al que no te entiende, bajar la voz cuando el otro grita...eso es empezar a perdonar. Si todos lo hicieran no habrían tantas guerra y desavenencias. Un saludo en Jesucristo

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    1. Muchas Gracias Marisela! Solo así se dan cuenta que el problema es con ellos mismos, no contigo. Dios te bendiga!

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  2. Buena reflexión, Dios les bendiga, les invito a visitar mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
    DOY MI TESTIMONIO DE SANIDAD DE CANCER INVASIVO PARA LA GLORIA DE DIOS.

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