Sobre la castidad y abstinencia

Dentro del ambiente de secularismo que arropa a nuestro Mundo, la tendencia de las parejas ha sido el tener una relación sexual y luego te conozco.  Ya no es como en otros tiempos donde uno primero se conocía, salían a cenar, le pedía la mano al padre de ella, hasta que finalmente se casaban.

Pero ante los ojos de Dios, ¿es esta la actitud correcta?  Estudios han demostrado que mientras una mujer comienza a estar sexualmente activa a temprana edad, está más propensa a padecer de embarazo precoz, ser una madre soltera, enfermedades de transmisión sexual, múltiples compañeros sexuales, multiples rompimientos de relaciones, abortos, pobreza, depresión y divorcios.

Sobre lo antes mencionado, ¿es eso amar a una mujer? El Beato Juan Pablo II tiene una definición sobre el amor que es muy particular.  "El amor no es meramente un sentimiento; es un acto de voluntad que consiste en preferir, de manera constante, el bien de los otros que tu propio bien", citaba nuestro Sumo Pontífice.

Exponiendo a una mujer a las situaciones antes mencionadas, ¿es un acto de amor?  ¿es por tu propio bien o estás pensando en el bien de ella?  Supongamos además que tienes una hermana menor o vas a tener una futura hija.  ¿Te gustaría que la traten bien y la respeten?  Estoy seguro que la respuesta es afirmativa.  Si es así, pues trata con respeto a la mujer, así como a ti te gustaría que traten a una hija o una hermana.

Nuestro Padre Dios nos creo hombre y mujer, tal como lo dice el libro del Génesis y nos creó para multiplicarnos, o sea, procrear, y para establecer una relación de  amor mutuo.  En la calle dicen mucho que un hombre es feliz a expensas de una mujer.  La realidad es todo lo contrario, el hombre es feliz a expensas suya.  Si verdaderamente quieres protejer el cuerpo y el alma de una mujer pues eso es una verdadera relación de amor, donde ambos van a conservar su castidad hasta el día que juren amor eterno en el altar, de lo contrario solo lo que te preocupa es sacarle partida física al asunto.

Quisás el camino es difícil, pero si lo haces con Fe, oración, buenas obras y participando de los sacramentos, Dios no te dejará desprovisto de las cosas buenas que tiene que ofrecerte.  Claro, siempre ten presente que se hace su voluntad, no la tuya.  Que Dios les Bendiga...