Hoy nuestra Iglesia conmemora a Nuestra Señora de Lourdes. Esta hermosa advocación de María Virgen viene de Lourdes (Francia), dentro de la cueva de Massabielle, donde se le apareció a la joven Bernardita Soubirous para el año 1858.
Por medio de esta humilde jovencita, María llamaba a los pecadores a la conversión, suscitando un gran celo de oración y amor, principalmente como servicio a los enfermos y pobres.
Es por eso que muchas comunidades parroquiales acostumbran a administrar el sacramento de la Unción de los Enfermos en el día de hoy, aunque algunas lo dejan para el lunes, ya que domingo se tiene que guardar el precepto dominical. Es importante tener presente que para recibir ese sacramento hay que estar en gracia y que hay que recibir primero el sacramento de la Confesión, ya que ambos son sacramentos de curación y conlleva el perdón de los pecados.
Tengamos presentes las palabras del Papa Benedicto XVI por motivo a la Jornada Mundial del Enfermo: "En la acogida generosa y afectuosa de cada vida humana, sobre todo la débil y enferma, el crisitano expresa un aspecto importante de su testimonio evangélico siguiendo el ejemplo de Cristo, que se ha inclinado ante los sufrimientos materiales y esprituales del hombre para curarlos".
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