III Domingo de Pascua: "Todo esto está escrito"

La liturgia de hoy domingo nos adentra a la Tercera Semana de la Pascua.  Nuevamente contamos con otra aparición de Jesucristo a sus discípulos.  En este caso pensaban que era un fantasma y les tuvo que enseñar las heridas de manos y pies para probarles que no era un fantasma.

Dentro de esta aparición, Jesús les dijo algo a ellos que sirvió para preparar el camino para la misión que se les aproxima y  que es la última etapa de su mesianismo al dejarlo todo preparado para marcharse a la presencia del Padre.  Sus palabras comprobaron lo que habían dicho los profetas.

"Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día.  Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados, comenzando por Jerusalén, y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan", Lucas 24, 46-47.

Diciendo esto les abrió el entendimiento para que interpretaran las escrituras.  Este acontecimiento es la atensala de lo que será Pentecostés, donde ellos reciben el Espíritu Santo y se van por el Mundo entero a predicar el Evangelio, donde hubo múltiples converciones y hasta personas que dieron hasta su vida por Cristo.

Pero como le dijo Cristo a sus discípulos:  "Todo está escrito".  Jesucristo nos dejó una doctrina plasmada que fue hecha para uno vivirla, no para que se quede en el papel.  Está la vertiente de lo que dice el hombre, arropado por el relativismo y el secularismo, y está lo que Jesucristo nos enseñó, que es nuestra única verdad.

Podrán decir "yo creo en Dios a mi manera", "yo me confieso con Dios", "Dios no se molestará por yo protegerme de un embarazo".  Todo eso lo dice el hombre por falta de Fe.  Pero la realidad es que Cristo no dejó eso escrito.  Dios se manifestó en la persona de Cristo y él dejó la palabra plasmada, por lo tanto no se puede creer a su manera.  Le dijo a los apóstoles "a quienes le perdonais los pecados le quedan perdonados, a quienes se los retengais, les quedan retenidos", por lo tanto hay que participar del Sacramento de la Confesión y está plasmado en el libro del Génesis que varón y mujer los creó para que se multiplicasen, por lo tanto los anticonceptivos sirven de obstáculo para lograr ese fin.

En otras palabras, ¿estás con Cristo o no lo estas?  ¿Eres Católico o no?  Seamos defensores de la Palabra de Dios, tal y como lo hicieron sus discípulos, testigos directos de la pasión, muerte y resurrección.  Que Dios les bendiga...