Como última reflexión de esta serie especial sobre la manipulación de la sociedad, se tocará otro de los aspectos del paradigma de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En este caso veremos el concepto de ver todas las partes como un "todo". Esto quiere decir que todas las cosas se relacionan entre sí y que no se pueden hacer análisis aislados de las cosas.
Detalles particulares sobre esto son: la primera es que lo "completo" es mejor que las "partes" individuales de cada cosa y que no hay jerarquía de valores. Al analizar estos puntos hay que tener un poco de cuidado, porque al principio pueden sonar muy bonitos, pero a la larga puede traer consecuencias graves a la estabilidad de la sociedad.
El ver lo "completo" mejor que las "partes puede abrir las puertas para la subyugación de las personas. Esto crea una indiferencia a las culturas, de manera especial, la cultura local. Subyugar quiere decir someter o dominar. Vemos como los ricos desplazan a los pobres, como los de capital económico desplazan a aquellos de clase media o baja, vemos como ya no se respetan tus derechos.
Vemos como se asumen posturas que la Doctrina Social de la Iglesia no apoya. El desplazamiento de la cultura atenta contra la dignidad del ser humano y los gobiernos deben siempre utilizar mecanismos que velen por la dignidad y el bienestar de la persona. Vemos eso en Cuba cuando la Iglesia Católica se le tiene prohibido la construcción de nuevos templos parroquiales para rendir culto, todo apoyado con el argumento de que hay que analizar el "todo" y que "todos son iguales".
Por otro lado vemos que no hay jerarquía de valores. Lo misma importancia que tiene la privacidad de un niño es la misma que el derecho de los padres a educarlos. La Familia es la Iglesia Doméstica y es la primera Iglesia fundada y simentada en un hogar. Si se le da más poder al gobierno sobre un niño y no se le da la importancia a los padres a que les brinden la educación primaria, puede provocar consecuencias graves en la sociedad. Por ejemplo, el niño puede salir delincuente, drogadicto, o simplemente se convierte en un desertor escolar. Vemos como a veces un padre le mete una buena "nalgada" para disciplinarlo, pero eso es causa suficiente para que el Estado lo remueva por supuesto "abuso de menores".
Hermanos, vemos como el Siglo XX y la primera década del Siglo XXI, la cultura ha sufrido cambios constantes. Cada día más se saca a Cristo de la Cultura y se ha enfocada en que le des importancia solo a lo que te guste y te conviene. El Demonio ha hecho su parte al hacerle creer a la gente que él no existe y que él no tiene nada que ver con esto. Pero la realidad es otra. Hagamos lo posible para que no se pierda de perspectiva lo que Cristo hizo por nosotros en la Tierra y que todavía hoy sigue latente entre nosotros en el Sacramento de la Eucaristía. Tengamos presente estas palabras...
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