"Sal de la Tierra y Luz del Mundo"

Estamos nuevamente entrando al Tiempo Ordinario.  Luego de muchas fiestas y solemnidades luego de la Pascua, tales como La Santísima Trinidad y el Cuerpo y Sangre de Cristo, nuestra Santa Madre Iglesia nos sigue recalcando cual es la misión de nosotros como bautizados.

Cuando leemos este pasaje del Evangelio de hoy según San Mateo vemos como Jesucristo le dijo a sus discípulos que son "Sal de la Tierra y Luz del Mundo".  ¿Qué quiere decir esto?  Veamos con más detalle el pasaje bíblico.

"Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿cómo podrá ser salada de nuevo? Ya no sirve para nada, por lo que se tira afuera y es pisoteada por la gente. Ustedes son la luz del mundo: ¿cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte?", Mateo 5, 13-14.

Por un lado, la sal le da sabor a los alimentos.  Al igual que el alimento con sal tiene un mejor sabor, de la misma forma daba gusto ver a los apóstoles cargados de sabiduría.  Se hicieron luz porque estaban llenos del Espíritu Santo y ante un Mundo donde estaba dominado por el pecado y por las tinieblas, cada uno de ellos fue a evangelizar en nombre de Dios y le dieron esa luz al Mundo al igual que Cristo se hizo luz a través de su resurreción, donde pasó de la muerte a la vida eterna.

Hoy día nosotros estamos también llamados a ser "Sal de la Tierra y Luz del Mundo".  Cuando participamos de los sacramentos y de la Santa Misa, eso no es para que quede ahí y mucho menos para que sea algo individual.  Somos una comunidad de Fe y tenemos que ser luz para el prójimo.  A veces pensamos que solo tenemos que preocuparnos por nosotros y los demás pues que hagan lo que quieran, pero eso no es lo que Cristo quiere.  Cristo quiere que seamos portadores de su palabra y que adpotemos el estilo de vida que él nos propone.

Es como un dicho muy famoso que dice así:  "Si tienes el Espíritu de Dios, que se te note".  Eres Sal de la Tierra y Luz del Mundo cuando hay esa alegría en tu vida, donde tienes los dones del Espíritu Santo y eres Sal con tu sabiduría para llevar la Palabra de Dios y la Luz del Mundo al librar a los hermanos del pecado y de la oscuridad y le das luz y vida. 

No dejemos la Palabra de Dios en las cuatro paredes del templo.  Es para compartirla con el prójimo.  Dios les bendiga...