Cristo a través de las Resoluciones de Año Nuevo

Ya comenzamos un nuevo año y con ello, las resoluciones que
nos acompañan, las cuales es importante que contemos con Cristo
Jesús que siempre sale a nuestro encuentro en el diario vivir.

Acabamos de empezar el año 2013 y es una tradición popular el que querramos hacer unos cambios o resoluciones durante esta época con la expectativa de ponerlas en práctica durante los próximos 12 meses entrantes.

No importa si es el querer bajar unas libras de más, el comprarme un automovil nuevo, realizar un grado académico, comprometerme con alguna pareja, competir en una carrera, sacar mejores notas o calificaciones, o el mero hecho de ser un poco más organizado, humilde, dócil etc... la realidad del caso es que de nada valen si no se cuenta con una gran verdad que Dios nos regaló, la cual celebramos su nacimiento recientemente y nos da el gran regalo del Amor, Jesucristo.

Dice el Evangelio según San Lucas:  "pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá.  Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre", Lucas 11, 9-10.

Un poco más adelante Jesús cuestiona a sus discípulos sobre si alguna vez han visto un padre dandole al hijo algo que no pida.  En otras palabras, si un padre biológico, que por su naturaleza humana es pecador, le da cosas buenas a un hijo, imagínate lo que puede hacer el Padre del Cielo.  O sea, Jesucristo.

Recientemente se celebró Navidad, acontecimiento donde el Niño Jesús nació en un portal de Belén con la misión de venir al Mundo para redimirnos del pecado y de la muerte.  Ese nacimiento también ocurre cada día en nuestros corazones y él sale a nuestro encuentro en la eucaristía, en la lectura de la palabra, cuando hacemos obras de caridad, en fin, en todos nuestros que haceres diarios.  

Ahora nos preguntamos, ¿contamos con él en todo momento?  Nuestro proyecto de vida humana no va separado de Dios, pues él se hizo hombre, se incertó en la vida humana y él quiere que le sirvamos dentro de lo cotidiano.  Tengamos presente estas palabras durante nuestras resoluciones.  Que no sean un mero capricho o ambición personal, sino que nos dejemos llevar por la voluntad de Dios y seguirle a él en todo momento.

Solo hay que tener una pequeña dósis de Fe, esperanza y caridad, lo que se traduce en el amor a Dios a través de las personas.  Dios les bendiga y Feliz Año 2013!