Al ver a Cristo crucificado en la Cruz, nos debemos preguntar; ¿qué hubiera pasado si se hubiera vengado de nuestros pecados? |
Hoy es Viernes Santo, donde se cumple la misión de Cristo en este Mundo: el morir por nuestros pecados y la muerte en el duro madero de la cruz. Fue una misión que la hizo con perdón y con amor, para así darnos la plenitud de la vida, o la vida eterna.
En Puerto Rico, durante estos día se ventiló dos casos en el Tribunal Federal donde se piensa aplicar la Pena de Muerte, que en Puerto Rico, al igual que varios Estados y Territorios, ha sido abolida, pues un mal no se puede resolver con otro mal. Pero aún así existen todavía autoridades gubernamentales que piensan ir en contra de la voluntad de Dios contra el que cometió el crimen.
Sobre el particular, hacemos alusión al libro del profeta Ezequiel en el Antiguo Testamento, donde dice "...yo no quiero la muerte del malvado, sino que cambie de conducta y viva", Ez 33, 11. Mejor aún, cuando Jesús le dijo al buen ladrón, o al ladrón arrepentido "hoy estarás conmigo en el paraíso", Lucas 23, 43.
Vemos como ese ladrón se ganó el cielo en un instante, al igual que se lo puede ganar cualquier criminal que se arrepienta por las faltas cometidas, y eso incluye a aquellos que han sido acusados de crímenes donde se impone la Pena de Muerte. Existen muchos mecanismos para combatir el crimen y el gobierno debe alinear los recursos para llevar a cabo ese esfuerzo.
En este caso, la persona quedó libre de la pena de muerte, gracias a que uno de los trece jurados dijo que no la merecía. Pero eso no significa que nos vamos a recostar de esa decisión, pues no se sabe que puede pasar mañana con otro caso y otro criminal.
En este caso, la persona quedó libre de la pena de muerte, gracias a que uno de los trece jurados dijo que no la merecía. Pero eso no significa que nos vamos a recostar de esa decisión, pues no se sabe que puede pasar mañana con otro caso y otro criminal.
La Pena de Muerte no es uno de ellos, pues le enseñas a la sociedad que la venganza es buena y no el perdón y la misericordia que Cristo nos enseñó. Ahora nos preguntamos, ¿que hubiera pasado si Cristo hubiera aplicado la venganza y hubiera mandado fuego sobre este Mundo? Pobrecito de todos nosotros.
Tengamos puestos los ojos en el perdón y la misericordia de Dios durante el día de hoy, donde contemplamos el rostro desfigurado de Cristo en la cruz, que a su vez es el rostro de nosotros, el prójimo. Dios les bendiga!