Ejemplo de Nueva Evangelización

Mis queridos hermanos, continuando con la reflexión que les compartí del Padre Philip Núñez ayer, les doy un ejemplo que él mismo compartió con los que se dieron cita en la Vigilia María Bajo las Estrellas en el Santuario Nacional Nuestra Señora de la Divina Providencia en la Arquidiócesis de San Juan de Puerto Rico.

Era una vez que el sacerdote estaba a cargo de una parroquia que tenía a pocas cuadras una cancha de baloncesto.  La cancha de baloncesto quedaba bastante cerca de un residencial público y un punto de drogas.

Hubo un día que llegó a la cancha un hombre sin camisa y se sentó a observar los niños mientras jugaban baloncesto.  Algunos feligreses se sentían un poco incómodos con la presencia del señor y Padre Philip se dio a la tarea de ir a hablar con él.

Cuando el presbítero le pregunta al señor quién es y qué hace, el hombre le contestó que "estaba cuidando a los niños, ya que son horas de la tarde y la cancha estaba solitaria y que al haber un punto de drogas tan cerca pues que los quería cuidar".

Padre Philip muy amablemente solo le dijo que se pusiera un camisa.  Pasaron los días y el señor seguía asistiendo a la cancha con su camisa puesta y todo el mundo feliz en lo suyo.  Un día el hombre se le acerca al sacerdote y le pregunta: "¿a qué hora es la misa de domingo?" 

La próxima etapa fue que el individuo empezó a asistir a misa.  Por Providencia Divina el Padre Philip fue asignado a otra comunidad parroquial y no supo más nada del señor, pues estuvo ocupado atendienco asuntos de su nueva parroquia. 

De repente hubo un día que le dio por visitar y se dio cuenta que el señor no solo asiste a misa, sino que es el que recoge la colecta.  Ahora se preguntarán, ¿dónde está la "Nueva Evangelizació" aquí?

Tengamos presente que esto fue un proceso y que hay que siempre pensar en los cinco puntos que ayer se mencionaban:  caminar, escuchar, iluminar, compartir y proclamar.

Padre Philip primero caminó y fue al encuentro con el señor, lo escuchó, lo iluminó al decirle que se pusiera una camisa, luego vino el compartir al ir a la Santa Misa y al final vino la proclamación cuando el caballero estuvo expuesto a un ambiente donde lo trataron bien y observó una Iglesia alegre y unida en comunión con Cristo Jesús.  Fue tanto el compromiso que sintió que hoy día se encarga de las colectas en la comunidad parroquial. 

Es de aquí que viene la importancia de siempre estar unidos como una sola Iglesia, siempre recibir al hermano que visita una nueva parroquia con una sonrisa, darle participación dentro de la comunidad parroquial, pero sobre todo; el compartir a través de la Eucaristía.

Que Dios les Bendiga...