En el Evangelio de hoy según San Marcos vemos nuevamente que Jesús sigue sanando enfermos. Hoy observamos la sanación de un niño epiléptico y como nuevamente los discípulos son puestos a prueba.
Otro punto que se observa en este relato es que hay un exorcismo envuelto, ya que la madre del niño le dijo a Jesús que el niño "está poseido por un espíritu que lo deja mudo. Cada vez que lo ataca, lo tira al suelo; él echa espuma por la boca, rechina los dientes y se queda rígido", Marcos 9, 17-18.
Cabe destacar que los discípulos no pudieron expulsar ese demonio y tuvieron que llevarselo a Cristo para que lo expulsara. Luego que los padres le preguntaran a Jesús si podía hacer algo, él exclamó "¿qué si puedo? Todo es posible para quien cree."
Finalmente Jesús sanó al niño y cuando los discípulos le preguntaron por qué no pudieron expulsarlo, les contestó que eso sale de la fuerza de la oración. Hermanos, este pasaja nos narra lo que es el poder de la Fe y la oración, pues todo se puede si crees y se puede con la oración.
Vemos como el padre del niño, en un tono desconfiado le pregunta a Jesús si puede hacer algo y el Maestro rápido dijo que todo es posible si uno cree. Los discípulos no pudieron hacerlo y ya sabemos que fue por falta de Fe y oración.
Esa es la clave para todo lo que se pueda presentar en el camino. No importa las dificultades, no importa como te puedas sentir, no importa lo que puede estar pasando alrededor, solo hay que tener Fe y tener presente la oración al Padre Celestial.
Es como decía el Apóstol San Pablo en su Carta a los Gálatas: "ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mi", Gálatas 2, 20.
Dios les Bendiga...
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