La prueba

En las lecturas de hoy vemos como el Apostol Santiago en su carta expresa el tema de la prueba: prueba de fe, prueba de paciencia, la sensatez y la sabiduría.  Del mismo modo se observa en el pasaje del evangelio de Marcos como Jesús es puesto a prueba nuevamente por los fariseos.

"Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque después de haberla superado, recibirá la corona de la vida que el Señor prometió a los que lo aman", Santiago 1, 12.

Estas palabras nos invitan a cultivar esos dones en las situaciones que se viven a diario.  Ejemplos como estos se pueden observar cuando conducimos en la carretera, estamos en una larga fila en un establecimiento, tenemos hambre y la comida no la tienen lista cuando estamos en el restaurante, un mal servicio en un negocio, entre muchos ejemplos que pueden mencionarse.

Jesús nos invita a que cultivemos esos dones en nuestro diario vivir.  Mientras más cerca estamos de él, pues nos capacita para irlos cultivando.  Imaginense si nuestra reacción fuera otra, tal como un insulto, una mala palabra, el poner la "cara larga", etc...  En fin lo que provocas es una reacción adversa que puede crear un clima de tensión entre los presentes y puede afectar el trato con el prójimo.

Imaginense si la reacción de Jesús fuera otra cuando los fariseos lo pusieron a prueba.  Imaginense si Jesús los hubiera insultado o les hubiera dado un golpe o los hubiera mandado para otro sitio.  Su reacción fue "les aseguro que esta generación no se le dará ninguna señal".  Diciendo eso dio media vuelta y se marchó.

La lección que Cristo les dio fue que los milagros que el hacía son un gesto de solidaridad con aquel que los necesita, no un espectáculo público.  La fe no depende de los milagros, sino los milagros dependen de la fe.  Es por eso hermano que si estás pasando por una situación de prueba, la mejor receta es acogerte a Cristo y tener fe.  Esa es la invitación que él te hace para cuando superes la prueba, te ganes el Reino de los Cielos.