Domingo de la Ascención del Señor

Hoy celebramos el Domingo de la Ascención de Jesús al Cielo.  Fue justo después que se despidió de sus discípulos que subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios Padre Todopoderoso.  Hay que tener presente las palabras que según el Evangelio de San Marcos les dijo a ellos antes de su partida.

"Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación.  El que crea y se bautice, se salvará; el que se niegue a creer será condenado. Estas señales acompañarán a los que crean: en mi Nombre echarán demonios y hablarán nuevas lenguas; tomarán con sus manos serpientes y, si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán sanos",  Marcos 16, 15-18.

Luego de haber dicho estas palabras subió al cielo y los apóstoles se fueron a predicar su palabra al Mundo entero.  Para confirmar su mensaje, Jesús actuaba haciendo milagros como señal de lo que les había dicho.  Al reflexionar estas palabras caemos en cuenta del llamado que Jesús nos ha hecho desde siempre, que es vivir según dice el Evangelio.

Su mensaje final a sus más cercanos es lo que hoy día seguimos haciendo al haber sido llamados por el Sacramento del Bautismo.  El Bautismo nos hizo sacerdotes para llevar almas a Dios, nos hizo profetas para predicar su palabra y llevar esas almas a Dios, nos hizo reyes para servirle a las almas.  Todo bautizado está llamado a ser imagen de Cristo ante los demás.  El sacerdote lo hace "In persona Christi" (en la persona de Cristo), pero todos estamos llamados a ser Cristo en medio del Mundo.

Vemos como además Cristo se manifestaba con los milagros que le acompañaba.  De esa misma forma el se sigue manifestando ante la humanidad.  Lo vemos en el milagro de la Eucaristía, donde él se hace presente entre nosotros; lo vemos cuando nos levantamos cada mañana, cuando ayudamos al prójimo, en la oración personal, cuando hacemos obras de caridad.  En otras palabras, cuando actuamos conforme a lo que dice el Evangelio, nos convertimos en una imagen de Cristo ante los demás.

En el libro de los Hechos de los Apóstoles meditamos hoy de igual manera esas instrucciones que Jesús les dejó a los apóstoles y les prometió algo adicional.  "Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra", Hechos 1, 8.  Así es como Cristo se sigue manifestando en nosotros, cuando recibimos esa fuerza del Espíritu Santo, que ya estaremos celebrando el Domingo de Pentecostés.  Que Dios les Bendiga...