Monday, May 7, 2012

Fiel a la Palabra


Hoy entramos al lunes de la Quinta Semana de Pascua y el Evangelio según San Juan nos relata prácticamente el fin de la Misión Mesiánica de Jesús en la Tierra.  Estando reunido con sus discípulos les dijo unas palabras muy importantes a la hora de marcharse.

"El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él", Juan 14, 21.  Estas palabras Jesús las estuvo mencionando antes, durante y aún después de su Pasión, Muerte y Resurrección, dandonos así el recordatorio de cuales son las normas de como es que vivimos como Cristianos.

Recordemos los Mandamientos que Dios le dio a Moisés en el Monte Sinaí y como todavía al sol de hoy se nos recuerdan de sobremanera.  Muchos decimos "Después que yo cumpla los 10 mandamientos estoy bien con Dios".  Pero, ¿verdaderamente los conocemos?  Quieres estar bien con Dios pero no vas a misa un domingo.  Quieres estar bien con Dios pero tenemos relaciones extramaritales.  Quieres estar bien con Dios pero deseas a la mujer de otro.  Quieres estar con Dios y le mentimos al otro.

Nos olvidamos que hay un tercer mandamiento que dice "Santificar las Fiestas", por lo tanto hay que ir a Misa el Domingo.  Hay un sexto mandamiento que dice "No cometerás actos impuros", por lo tanto el sexo es cuando la relación es basada en el amor y en el compromiso matrimonial.  Hay un noveno mandamiento que dice "No desear a la mujer de tu prójimo", por lo tanto no podemos caer en chillerías ni estarnos viendo con otra persona a espaldas de nuestras esposas/os.  Hay un octavo mandamiento que dice "No levantar falsos testimonios ni mentir", por lo tanto siempre hay que ir con la verdad al hermano y no mentirle para hacerle daño, ni tan siquiera las llamadas "Mentiritas blancas" que dicen por ahí.

Esos que dicen por ahí "Yo creo en Dios a mi manera", la realidad es que no puede ser a tu manera.  El nos dió una ley y hay que seguirla y se manifestó en la persona de Jesucristo y nos dejó plamada una Verdad, una Palabra.  Por lo tanto, o crees en él o no lo crees.  O eres cristiano, o no lo eres.  No se puede ser cristiano a medias, como dicen algunos.

El pasaje del evangelio termina con el anticipo de el mismo Jesús le da a sus discípulos sobre lo que será el Día de Pentecostés.  "Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho", Juan 14, 26.  Fue así como los discípulos evangelizaron por el mundo entero y gracias a ese Espíritu Santo, que se sigue manifestando en la Tierra, es que nuestra Santa Madre Iglesia Católica sigue llevando su obra evangelizadora, basada en una sola verdad, en una sola palabra, en un solo Dios.  Dios les Bendiga!


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