Tuesday, May 1, 2012

Primer Aniversario de la Beatificación de Juan Pablo II



Hoy conmemoramos el Primer Aniversario de la Beatificación de Juan Pablo II.  Muchos recordamos con cariño aquel 1ro de mayo en la Plaza San Pedro de Roma cuando millones de peregrinos se dieron cita a tan esperada ceremonia donde su sucesor, el Papa Benedicto XVI, lo elevó a los altares.  Esto sin contar los millones de televidentes alrededor del mundo que estuvieron sintonizando el evento en vivo por televisión.

Este evento se llevó a cabo el Día Internacional del Trabajador, aquellos hombres y mujeres que con dos buenas manos y piernas llevan a cabo una labor para el sustento de su familia.  Nuestro querido "Papa Viajero" fue reconocido, entre muchas cosas, como un gran defensor del pueblo trabajador y que siempre hizo frente a las injusticias que se cometían ante los empleadores inescrupulosos.

He aquí unas palabras de lo que el Sumo Pontífice nos decía sobre los derechos del trabajador:  "No debe pensarse equivocadamente que el proceso de superación de la dependencia del trabajo respecto a la materia sea capaz por sí misma de superar la alienación en y del trabajo. Esto sucede no sólo en las numerosas zonas existentes donde abunda el desempleo, el trabajo informal, el trabajo infantil, el trabajo mal remunerado, o la explotación en el trabajo; también se presenta con las nuevas formas, mucho más sutiles, de explotación en los nuevos trabajos: el super-trabajo; el trabajo-carrera que a veces roba espacio a dimensiones igualmente humanas y necesarias para la persona", dijo así en su Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia.

Tengamos presentes a esos trabajadores que tienes dos empleos a tiempo parcial para darle de comer al hijo, que casi no tiene tiempo para compartir con él.  Tengamos además presentes a esas madres solteras que desinteresadamente nos reciben con una sonrisa en sus lugares de trabajo, mientras a su hijo/a lo tienen en un cuido.  Tengamos presentes a esos obreros que son mal remunerados, a los que han despedido a causa de una injusticia, a todos esos desempleados que están disponibles para trabajar, a aquellos padres de familia que están a punto de perder un hogar porque no tienen el dinero suficiente para pagarlo y a esas mujeres trabajadoras que son discriminadas en sus trabajos por género.

No pasemos por alto tampoco a aquellos jefes de empresas que de buen corazón trabajan el día a día y aprovechan el máximo del tiempo para que sus empleados tengan sus sustento, pero sobre todo, a aquellos que ponen sus intereses a un lado y ponen como prioridad los intereses de sus empleados.  Ellos son también trabajadores y pasan largas horas sin ver a su familia, para poder llevar a cabo sus labores, dandole unos buenos recursos a sus empleados y un buen servicio  a sus clientes.

Que este Aniversario de Beatificación de Juan Pablo II nos sirva de modelo de como pastorear a las ovejas del rebaño.  Nuestro amado Papa lo hizo desde su sacerdocio, así como los trabajadores lo hacen con sus familias, nuestra "Iglesia Doméstica".  Hoy, continuamos llevando a cabo una plegaria de oración por la pronta Canonización del Papa que cambió la Historia de la Humanidad.  Dios les Bendiga...

1 comment:

  1. LA SUTIL TÁCTICA EMPLEADA POR JUAN PABLO II PARA TERMINAR DE JUDAIZAR EL CRISTIANISMO, OPINANDO QUE LOS JUDÍOS SON NUESTROS HERMANOS MAYORES EN LA FE. Y SU POSTERIOR BEATIFICACIÓN, SON DIRECTRICES SUVERSIVAS IDEADAS POR LA SINAGOGA PARA DERROTAR A LA IGLESIA; POR ELLO APELAMOS LA BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II, Y EXIGIMOS LA ABDICACIÓN DE BENEDICTO XVI: Innumerables fueron los méritos de nuestro querido pontífice. Su mayor mérito fue su contribución al desmantelamiento de la Cortina de Hierro. En su peregrinaje trasmitió un mensaje de paz y esperanza a las multitudes de los pueblos cristianos que visitó. Sin embargo, estos méritos del mejor de los pontífices, no son suficientes para su beatificación, a pesar de haber llevado una vida virtuosa y ejemplar, a causa de haber promovido la judaización sutil del cristianismo. En estos momentos en los que la lucha intestina entre conservadores y modernistas, promovida encubiertamente por los esbirros de la Sinagoga, amenaza abrogar la doctrina milenaria y la autoridad pontificia, dejando intacto el profetismo judío. Las implicaciones judaizantes post Conciliares alcanzaron su clímax en el pontificado de Juan Pablo II y Benedicto XVI, causando la oposición de los sedevacantistas que desconocen los cambios modernistas tratando de evitar la abrogación sutil de los dogmas de la divinidad de Cristo, la divina Trinidad, la Nueva Alianza, los Evangelios y Cánones antisemitas, la exoneración del pueblo judío del crimen de Cristo y la liturgia tridentina, que convierten a la Iglesia Católica en una escuela bíblica portavoz de la moral natural dictada por Dios a Noe (noeajida) para gobernar a las bestias humanas (goyins: los pueblos no judíos). La culminación de esta labor judaizante, es la opinión expresada ante los medios por Juan Pablo II de que “los judíos son nuestros hermanos mayores en la fe”; lo cual es una grave apostasía tendente a abrogar sutilmente los Evangelios y cánones antisemitas fruto de los concilios organizados para defender a la Iglesia de los eternos ataques de la Sinagoga, que a merita la revisión jurídica del diferendo pontificio __{opuesto a la sentencia dictada por Cristo [Mateo XXIII, 1 al 35] en su diatriba contra el puritanismo hipócrita de los sacerdotes y escribas de la Sinagoga señalando como reos de castigo eterno a los seguidores de la doctrina (ethos supremaciíta) y la conducta (pathos criminal y genocida serial) de Israel. A la luz de los genocidios seriales bíblicos e históricos cometidos por el pueblo judío, a fin de determinar la vigencia del ad quem recurrido}__ que decidirá la victoria o derrota del judaísmo sobre el cristianismo y, la trascendencia o la involución de la humanidad. Y por tratarse de una gravísima apostasía, también amerita la objeción, apelación y revisión del procedimiento de beatificación de Juan Pablo II. http://es.scribd.com/doc/73946749/Jaque-Mate-a-La-Doctrina-Judaizante-de-La-Iglesia

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