El ser humano se caracteriza por tener una opinión sobre temas a discutirse. Es parte de la naturaleza de las personas. Pero las opiniones tienen algo muy particular, que son hechas a base de unos hechos. Cuando ocurren acontecimientos uno formula una opinión sobre ellos y se ven los distintos puntos de vista. La realidad del caso es que siempre van a haber unos puntos que son correctos y otros no.
La sociedad en algunos casos se ha encargado de manipular a la sociedad a base de opiniones. Una forma en que lo hacen es poniendole una etiqueta al oponente como extremista. Esto sucede mucho con la Santa Madre Iglesia, que es etiquetada como extremista y los otros grupos se hacen ver como los razonables y los del centro.
Se da de la siguiente forma: existen aquellos que interpretan la biblia a su manera, que creen en Dios a su manera, que formulan opiniones sobre el sexo precoz, los anticonceptivos, el confesarse directamente con Dios, el que es mejor ser ministro porque me puede casar, no sacerdote porque no se casan, los que no le hacen daño a nadie pero no guardan los sacramentos, en fin, todo el mundo tiene su propia opinión de Dios. Pero por otro lado está Dios, que se reflejó y actuó en la persona de Cristo Jesús y que envió el Espíritu Santo para continuar la Misión de Cristo Jesús a través de la Santa Madre Iglesia. Fue ahí donde Jesucristo dejó una Palabra, una Verdad, un solo Dios. Está plasmado en las Sagradas Escrituras.
Vemos que la Iglesia Católica tiene un solo discurso, que es igual para todos. Pero los demás tienen distintos discursos y los adaptan de acuerdo al grupo que se le presentan. Tienen un discurso para los pro opción (abortistas), otro discurso para homosexuales y lesbianas, otro discurso para los que quieren legalizar drogas, otro discurso para los pro convivencia, otro discurso para los pro eutanasia, y así sucesivamente.
Cuando surge un tema o situación que sale a la luz pública los demás se reflejan como los flexibles y los que tienen múltiples opciones. Por lo tanto se proyectan como los razonables. Pero cuando la Iglesia habla rápido les ponen la etiqueta de extremistas y fundamentalistas, cuando la realidad es que la posición es la misma en base a todo. Es en base a Cristo Jesús y sus enseñanzas a través de los Evangelios.
Si evaluamos la conducta de los Apóstoles en la Biblia podemos ver que ninguno de ellos cuestionó la autoridad de los Sumos Sacerdotes y los Escribas en el Sanedrín. Ellos simplemente pusieron la Palabra de Dios por encima de la autoridad de ellos. Por lo tanto, si asumes la misma postura que asumieron los apóstoles, no eres fundamentalista, sino fundamental, ya que la opinión o posición que tienes está fundamentada en la única verdad que es Cristo.
El día que te pregunten y cuestionen tu autoridad para dar opiniones fundamentales, di que te la da el propio Evangelio, ya que ese es tu compromiso como cristiano. Sientete orgulloso de ser conservador, pues estás conservando la verdadera teología. Tengamos eso presente a la hora de actuar. Que Dios les bendiga...
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