San José María Escrivá: "El Santo de lo Ordinario"

San José María Escrivá de Balaguer

Hoy celebramos la memoria de San José María Escrivá de Balaguer, fundador de la Prelatura del Opus Dei y uno de los santos contemporaneos e intelectuales que mayor huellas ha dejado en nuestra sociedad acutal.

El Beato Juan Pablo II cuando lo canonizó en Roma para el año 2002, lo llamó "el Santo de lo Ordinario" pues "fue el elegido por el Señor para anunciar la llamada universal a la santidad y para indicar que la vida de todos los días, las actividades comunes, son camino de santificación", comentó el Sumo Pontífice en la Plaza San Pedro.

Bien es cierto que uno de sus postulados fue la santificación del trabajo.  En su libro Camino, son múltiples las citas que podemos captar del sacerdote que ayudan al buen cristiano a llevar una vida de santidad en el diario vivir.  Otra de las armas espirituales que el proponía era la oración y el sacrificio para la santificación del alma, ya que eso te pone en un plano más espiritual y elevado para poder llegar a la satidad.

El Evangelio de hoy según San Mateo nos dice que el Reino de los Cielos tiene una puerta estrecha que es difícil de entrar, pues solo entran unos pocos.  Pero en definitiva las enseñansas de San José María nos ayudan a entender mejor ese camino.

"Entren por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que conduce a la ruina, y son muchos los que pasan por él.  Pero ¡qué angosta es la puerta y qué escabroso el camino que conduce a la salvación! y qué pocos son los que lo encuentran.", Mateo 7, 13-14.

La puerta es estrecha porque hay que ser honesto, hay que ser bondadoso, generoso, amar al amigo y al enemigo, cumplir los mandamientos, no cometer adulterio, no fornicar, el santificar las fiestas, amar al prójimo, en fin todo el camino que hay que recorrer para llegar a la santidad.  ¿Qué no es fácil?  Pues claro que no lo es, pero con la oración, sacrificio, participación de los sacramentos, la práctica de la caridad y las buenas obras nos irán poco a poco ayudándonos a entrar por esa puerta estrecha rumbo a la Vida Eterna.

Seamos ejemplo de Cristo como centro de nuestras vidas al dar un buen ejemplo y testimonio cristiano, tal y como San José María lo dio, a nivel que en el Siglo XXI aún sus palabras resuenan en el corazón de los cristianos.  Que Dios les bendiga...