Difícil el camino del cristiano

Hoy comenzamos una semana más del Tiempo Ordinario dentro de la liturgia y el Evangelio de San Mateo nos muestra otra de las manifestaciones de Jesús dentro de su vida pública.  El pasado sábado y ayer domingo observamos los milagros del criado del centurión, la hija de Jairo y la hemorroiza.

Fueron muchos los que quedaron asombrados con lo que Jesús fue capaz de hacer.  Fue de ahí que vino un Fariseo, o Maestro de la Ley, y le dijo  "Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.".  Esto se dio en el contexto de la emoción que sentía en el momento.

Pero Jesús no se quedó atrás y le dio una respuesta muy honesta y quisás la que define el camino del cristiano.  "Los zorros tienen cuevas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del Hombre ni siquiera tiene dónde recostar la cabeza.", Mateo 8, 20.  Estas palabras de Jesús hicieron eco durante toda su vida, pues nació pobre y pobre permaneció hasta su muerte en Cruz.  Esto a la vez nos dice que el ser cristiano y seguir a Cristo y sus enseñanzas no es tarea fácil.

San Jerónimo nos decía que "un servidor de Jesucristo no posee nada que no sea al mismo Jesucristo".  Pues fue pobre cuando trabajaba con San José en la carpintería y en la vida pública en los últimos tres años fue aún más pobre.  Inclusive, cuando murió en la cruz fue el propio José de Arimatea el que le dio una tumba y otros dieron en limosna una mortaja para envolver su cuerpo.

Hoy día nos ocurre lo mismo cuando tratamos de seguir a Cristo.  Vemos como los que consagran su vida a él hacen un voto de pobreza y solo viven de la caridad.  Pero por otro lado vemos como el ser cristiano te cuesta la marginación muchas veces.  El seguir a Cristo y no seguir al resto del Mundo puede provocar que te den la espalda muchos, que no seas bien recibido en ciertos lugares y a veces el precio a pagar es la soledad.

Es ahí cuando tienes la prueba más grande de Fe.  Es ahí donde Jesucristo se hace tu única compañía, en la oración, en la eucaristía, en el rezo del rosario, con buenas obras, en fín, en todo lo que haces.  Tengamos esto presente para no desanimarnos en los momentos que lleguen esas pruebas, pues Cristo Jesús jamás nos deja solos ni desprovistos.  Dios les bendiga...