Tuesday, March 27, 2012
¿Hasta donde llega mi compromiso como cristiano?
La palabra compromiso es una que escuchamos en el diario vivir. Se trata de una acción o posición sobre algo o alguien a realizarse. Lo vemos en los matrimonios, en las amistades, en la vida sacerdotal, en las universidades, en los trabajos, en fin, en todo tipo de relación humana.
Cuando observamos el pasaje del Evangelio según San Lucas donde Jesucristo ayunó 40 días en el desierto y fue tentado en tres ocasiones por el demonio. "Jesús lleno del Espíritu Santo regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el deminio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre", Lucas 4, 1-2.
Al observar este primer fragmento del evangelio nos imaginamos como Jesús, dentro de su condición humana sintió hambre. Solo piensen como reaccionamos nosotros cuando tenemos hambre. El demonio le ofreció convertir las piedras en panes, adorarlo y lanzarse al vacío para que los ángeles lo socorrieran.
Jesús, que siempre fue obediente a su Padre hasta su muerte en cruz, se mantuvo firme en su compromiso de seguir la voluntad de su Padre y no sedió a las tentaciones. Esa consistencia es a la que él nos llama como cristianos. Es de ahí que viene la pregunta, ¿hasta donde llega mi compromiso como cristiano?
"Una vez agotadas todas las formas de tentación, el deminio se alejó de él, hasta el momento oportuno", Lucas 4, 13. Así como el demonio se marchó, así mismo se marcharán de nosotros esas fuerzas del mal que a veces nos agobian y nos impiden ser buenos cristianos. Es momento de reflexionar sobre cuales son esas cosas que nos impiden ser consistentes con nuestro compromiso, ese compromiso el cual hicimos en el momento de nuestro Bautismo y que reafirmamos en la Confirmación.
El Mesías mantuvo su compromiso hasta su muerte en cruz. Aceptó la voluntad del Padre. Pudiendo bajar de la cruz, decidió morir por nuestros pecados y darnos Vida Eterna. En otras palabras, nos ha dado Todo.
Es por eso que se debe reflexionar durante la Semana Santa mi compromiso con Cristo y como lo he mantenido. Aquellos que quisás se vayan de viaje, o a la playa, o a cualquier otro destino de vacaciones, hay que ver si es propicio tener ese tipo de compromiso con aquel que lo dio todo por nosotros.
Preguntemonos, ¿qué cosas me impiden mantener mi compromiso como cristiano y que debo hacer para mejorarlo? Que Dios les Bendiga...
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