El Evangelio de hoy según San Marcos nos dice "Traten a los demás como quieren que los demás lo traten. En esto consiste la ley y los profetas", Mateo 7, 12. Estas dos oraciones son la "Regla de Oro" que Dios nos propone.
¿Alguna vez nos hemos puesto a pensar que sería de nosotros y de nuestro Mundo si se aplicaran la "Regla de Oro"? ¿Qué todos te traten como tú quieres que te traten? ¿Es posible eso?
Al leer este Evangelio me puse a pensar en que papel juego yo dentro de todo esto con los que me rodean y llegué a una conclusión. Hay cosas de uno que uno las puede ver y los demás también, pero hay otras que quizás tú no estás atento a ellas pero los demás sí. Lo mismo ocurre a la inversa, hay cosas de otros que tu las puedes ver y ellos no, pero hay otras que sí.
Este concepto de la "Ventana de Johari" nos puede ayudar a lograr mejores relaciones humanas y crear conciencia de lo que es vivir en comunidad y lograr esa paz que tanto anhelamos. Es cuestión de conocerte mejor a ti mismo y conocer a los que te rodean.
Siempre es bueno hacer el Exámen de Conciencia para que nos ayude a descubrir cada uno de los cuatro aspectos de nuestra personalidad. Esto puede ser solo el comienzo de una sana convivencia en la sociedad.
Lo primero es que hay que sacarle provecho a aquellas cosas que tanto tú como los demás conocen de ti. Tus buenas cualidades ponlas al servicio de los demás y las no tan buenas siempre con un buen Examen de Conciencia y con la Dirección Espiritual, hay espacio pa mejorarlas.
No te sientas mal cuando alguna persona te haga algún señalamiento de algo que le moleste de ti. Quizás esa persona ve algo en ti que tú no te das cuenta y lo haces inconcientemente.
Las cosas que tú sepas y que los demás no saben de ti, es bueno guardarlas después que no le hagan daño a otros. Si el gesto de guardar un secreto es llevado a cabo para beneficio de algo o alguien está bien, pero de lo contrario se podría interpretar como un "pecado de omisión", lo cual no abunda a una sana convivencia.
Lo que tenemos en el subconsciente, lo que no conozco yo ni los demás, pues es la mejor oportunidad de ponerlo en manos de Dios y confiar en ese Ser Divino que nos acompaña en este caminar. Es ahí donde está la oportunidad de practicar la oración y ofrecerle a él esas virtudes y esos defectos, inclusive aquellos que no conoces, para así depositar la confianza en nuestro Padre Celestial.
Pongamos esto en práctica para así cumplir con la "Regla de Oro" que Dios nos propone. Que Dios les bendiga...
No comments:
Post a Comment