¿Por qué el perdón nos hace libres?

Recuerdo una vez hace 3 años que yo estaba atravesando por una situación un poco difícil.  Durante ese tiempo la lectura resultó ser mi mejor aliada, ya que me mantiene ocupado, distraido y con la mente bien activa.

En una de esas lecturas me encuentro con un dicho del Dalai Lama, monge del budismo tibetano, que dice "perdona, aunque no sea por amor, hazlo aunque sea por egoismo".  Esa frase me dejó y me ha dejado pensando en estos últimos años, ya que la filosofía budista dice que el perdón es una forma de "egoismo inteligente".

Pero, ¿qué es eso de "egoismo inteligente" si el término egoista siempre ha tenido una connotación negativa en el cristianismo?  Hoy día al dar marcha atrás y revisar lo que me pasó entendí lo que esto quería decir.  Al uno sanar heridas y perdonar uno se siente libre.  El acto de perdonar a una persona y de perdonarte a ti mismo, aunque la persona no lo sepa, es algo que te hace libre, porque te sientes feliz y ya no tienes esa angustia dentro de tu ser.

Es por eso que el budismo le llama "egoista", porque es para ti, te sientes feliz, tranquilo, sin cargas y totalmente con heridas sanadas.  Pero, ¿a esto es lo que nos invita Cristo?  Si lo vemos desde la perspectiva de las palabras del "Padre Nuestro", se dice "perdona nuestros pecados como así nosotros perdonamos a los que nos ofenden".  En ese sentido nuestro Padre Celestial siempre nos invita a que pidamos perdón y a que perdonemos a los demás por las faltas cometidas. 

Lo mismo se puede ver en la lectura de la palabra.  "Si mientras llevas tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja la ofrenda delante del altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y después vuelve a llevar tu ofrenda", Mateo 5, 23-24.  En otras palabras, si estas de buenas con Dios, tienes que estar también de buenas con el prójimo.

¿Es esto egoismo?  Pues cuando hablamos de prójimo, hablamos de los demás de tu hermano, el de al lado.  Por lo tanto el acto de perdón no es un acto egoista, pues te estás reconciliando con el hermano y es un beneficio para ambos y para los que están alrededor, pues los llevará a vivir mejores tiempos.  El que no acepte tu perdón pues ya ese no es tu problema, pues es el hermano el que no logrará la felicidad.

Tengamos esto presente para vivir en una mejor sociedad y siempre en comunión con los hermanos y con nuestra Santa Madre Iglesia.  Que Dios les bendiga...