Hay que nacer del Espíritu

Hoy entramos ya al lunes de la Segunda Semana de Pascua.  Nuestra Santa Madre Iglesia ya terminó anoche la Octava de Pascua con la Fiesta de la Divina Misericordia y ahora continuamos con la Cincuentena Pascual donde seguimos celebrando a nuestro Cristo Resucitado, que caminó junto a sus discípulos por los próximos 40 días.

En el Evangelio de hoy según San Juan meditamos el relato de Jesús cuando estuvo reunido con Nicodemo, un fariseo muy notable entre los judíos en aquella época.  Jesús le dijo a Nicodemo una reflexión que hoy días es parte de nuestro compromiso como cristianos.

"Te aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios."  Nicodemo le preguntó: "¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y volver a nacer?".  Jesús le respondió: "Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.", Juan 3, 3-5.
Cuando reflexionamos sobre este pasaje notamos que Jesús cuando nos invita a renacer del Espíritu se trata de ser un modelo de él aquí en la tierra.  En otras palabras, tenemos que imitarlo.  Renacer en el Espíritu es mantener un alma pura, practicar las obras de piedad, confiar en su misericordia y ser misericordiosos con el prójimo y acercarnos a los sacramentos.

Nosotros nacemos en el Espíritu Santo a través de nuestro bautismo y renacemos cuando renovamos esas promesas bautismales de manera constante, a través del Sacramento de la Reconciliación, la Eucaristía y el trato con el prójimo.

Sobre el particular, San Juan de la Cruz reflexionó sobre este pasaje y nos dice que nosotros somos como una vidriera.  Cuando a esa vidriera entra un rayo de luz y esa vidirera tiene manchas, pues la luz no puede esclarecer.  Es necesario limpiar esa vidriera para que ese rayo de luz pueda aclarar todo lo que hay a su alrededor.  Lo mismo nos pasa a nosotros como cristianos, tenemos que limpiar nuestra alma constantemente y remover todas esas manchas de pecado que hay en nuestra alma.  Es esa la única forma donde podemos renacer del Espíritu y ser esa luz en medio de los demás.

Dios les Bendiga...