El Papa Benedicto XVI se asoma por el balcón al poco tiempo de ser electo Sumo Pontífice la tarde del 19 de abril de 2005 |
Hoy nuestra Santa Madre Iglesia se encuentra de fiesta al celebrar el Séptimo Aniversario de Pontificado de Su Santidad Benedicto XVI. Muchos de nosotros recordamos con cariño aquel momento en la tarde del 19 de abril de 2005 cuando salió el humo blanco de la Capilla Sixtina y luego se asomó por la ventana y dio su primera Bendición Apostólica.
“Tu Fe a Diario” quiere compartir con ustedes una reflexión sobre las palabras que le dijo a un grupo de peregrinos alemanes sobre el conclave, claro sin violar el secreto, poco tiempo después de haber sido electo Papa. Esto nosh ace ver con claridad lo que son nuestros planes y los planes de Dios.
“Nunca pensé en ser elegido Papa ni hice nada para que así fuese. Cuando, lentamente, el desarrollo de las votaciones me permitió comprender que, por decirlo así, la “guillotina” caería sobre mi, me quedé desconcertado. Creía que había realizado ya la obra de toda una vida y que podía esperar tranquilamente mis días. Con profunda convicción dije al Señor: “no me hagas esto”. Tienes personas más jóvenes y mejores, que pueden afrontar esta gran tarea con un entusiasmo y una fuerza totalmente diferentes”, nos comentaba el Sumo Pontífice.
Más adelante continuó narrando un acontecimiento que le impactó sobre una nota que le pasó un hermano del Colegio Cardenalicio. Resulta que en su homilía por la Misa del Eterno Descanso del Beato Juan Pablo II, centró su homilía en la palabra que le dijo Jesús a Pedro en el lago de Genesaret: “Sígueme”. Sobre el particular explicó que Karol Wojtyla había recibido esa llamada del Señor continuamente y que renunció a muchas cosas y siempre le dijo que Sí.
A fin de cuentas la nota decía así: “Si el Señor te dijera ahora “sígueme”, acuérdate de lo que predicaste. No lo rechaces. Sé obediente, como describiste al gran Papa, que ha vuelto a la casa del Padre”. Estas palabras, en definitiva fueron cruciales dentro de ese momento de incertidumbre que pasó. Le fue abriendo caminos hasta que finalmente le dio ese Sí al Señor.
Vemos como Dios, a lo largo de su vida le ha dicho “Quiero más”. Su plan siempre fue ser un hombre de estudio, como hombre intelectual y amante de la liturgia que siempre fue, pero Dios lo llevaba por otros caminos. Para 1977 recibió el nombramiento como Arzobispo de Munich, Alemania, y un poquito después para el 1981 recibió el nombramiento del Beato Juan Pablo II para presidir la Congregación de la Doctrina de la Fe.
En definitiva, sus largos años de episcopado y como Presidente de la Congregación de la Doctrina de la Fe no fueron suficientes para Dios, pues le pidió más al ser electo Papa a los 78 años. Hoy a 7 años de su Pontificado, con 85 años, sigue realizando su misión como Vicario de Cristo en la Tierra, ante el gran reto de la “Nueva Evangelización” que se encuentra en marcha, ante un Mundo que ha sido invadido por el secularismo.
Sigamos orando por las intenciones de este Santo Varón. Que Dios le siga bendiciendo…
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