La inseguridad del uso del condón

El condón solo tiene un 80% de efectividad para prevenir un embarazo

Uno de los eternos debates que nuestra Santa Madre Iglesia ha siempre propiciado es el expresarse a favor de la vida y de la concepción.  Dios creó el ser humano a su imagen y semejanza, además de que los hizo diferentes para que se multiplicaran.

"Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra", Génesis 1, 28.  A estas palabras de la Biblia se le añade el hecho que una relación de pareja tiene también el propósito de establecer un vínculo de amor.

Pero al sol de hoy, hay ciertos grupos sociales liberales que han querido vender el uso del condón como el remedio para prevenir el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH/SIDA).  Pero por otro lado han querido hacerle creer a la gente el llamado "sexo seguro" con un condón sin saber que implicaciones esto puede traer.

Sobre el pasaje bíblico antes mencionado, el Catecismo de la Iglesia Católica estipula que  "la sexualidad abraza todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su alma. Concierne particularmente a la afectividad, a la capacidad de amar y de procrear y, de manera más general, a la aptitud para establecer vínculos de comunión con otro".

Esto quiere decir que cuando se habla de amar y de procrear, no pueden existir métodos que impidan la procreación y el que ese acto de amor sea lo más abierto y sincero posible.  Ahora, esto no quiere decir, como han hecho entender algunos, que la Iglesia quiere que estés lleno de hijos.  Quiere decir que no puede existir egoismo a la hora de tener sexo. 

El Catecismo se expresa sobre el particular al decir que  "la continencia periódica, los métodos de regulación de nacimientos fundados en la autoobservación y el recurso a los períodos infecundos son conformes a los criterios objetivos de la moralidad. Estos métodos respetan el cuerpo de los esposos, fomentan el afecto entre ellos y favorecen la educación de una libertad auténtica. Por el contrario, es intrínsecamente mala ‘toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, hacer imposible la procreación".

En otras palabras, todo lo que no altere el estado natural del cuerpo es permitido, pero todo lo que cree barrera o altere el ciclo natural del cuerpo humano no está permitido y puede ser considerado inmoral y contranatura.  El condón, tanto el masculino como el femenino, caen en esa categoría de anticonceptivos artificiales dirigidos para evitar la procreación de forma abrupta y egoista.

Diafragma o condón femenino

Sus implicaciones

La envoltura en goma que detiene el flujo de espermatosoides en la vagina es finita y siempre está propensa a que se rompa y que por ahí se cuele el contagio con el VIH/SIDA, además que la mujer puede quedar embarazada si se rompe.  Puede provocar alergia al latex y que haya menos sensación en el acto sexual.

 En el caso del condón femenino, o el llamado diafragma, puede resultar un poco incómodo el incertarlo en la vagina, puede irritar la vagina y el pene, pero sobre todo, se puede deslizar adentro y provocar que se cuele esperma, por lo que casi siempre se utiliza con espermicidas.  Ambos condones tienen un 80% de efectividad, lo que significa que el decir que son 100% seguros es una mentira y lo hacen con el propósito de fomentar la promiscuidad en los jóvenes.

Analizando los pros y los contras ahora les pregunto, ¿es calidad de vida poner obstáculos en un acto tan hermoso que Dios creó? ¿o es la forma natural la más correcta de expresar el amor sin inhibiciones?  ¿Se puede transmitir el amor verdadero en una relación donde hay obstáculos y barreras?

Reflexionemos sobre el particular.  Próximamente estaremos hablando de otros métodos anticonceptivos artificiales que también alteran en sistema natural de la persona para evitar la concepción.  Que Dios les bendiga...